La decisión de sacar el buque a la mar, sentencia el informe, es difícilmente evaluable dadas las circunstancias en que se tomó dicha decisión, fruto de imprecisiones en la evaluación de la escora, la inexistencia de un puesto de mando de los bomberos, la falta de evaluación de los riesgos en caso de hundimiento o la precipitada salida al mar, que impidió terminar de actuar sobre el casco.