Aplicará restricciones al contenido de azufre de los combustibles marinos en los puertos de Busan, Incheon, Ulsan, Yeosu, Gwangyang (incluyendo Handog) y Pyeongtaek-Dangjin.
Estas boyas están equipadas con sensores aéreos que “huelen” las emisiones contaminantes de los buques que navegan por dichas aguas y analizan si cumplen o no los límites máximos de contenido de azufre en los combustibles marinos establecidos dentro de la ECA del Báltico y el mar del Norte.
Esta propuesta surge a partir de las voces internacionales de políticos, activistas medioambientales y algunos navieros, que proponen una limitación de la velocidad de los buques, abanderada, entre otros, por Francia y su Asociación nacional de Armadores.