A través de un Real Decreto que unifica y pone al día las normas que regulan la seguridad tanto de la vida humana en el mar como de la navegación, en relación con el buceo. Define una serie de limitaciones que se deben respetar en el ejercicio de estas actividades y que obedecen a motivos de seguridad nacional, protección medioambiental o de interés histórico o arqueológico.
El objetivo que se persigue es el de mejorar la seguridad marítima y de la vida humana en el mar, a través de la incorporación en los desplazamientos de los buques de las mejoras e innovaciones tecnológicas experimentadas en los últimos años respecto a la transmisión y almacenamiento de datos.
La nueva norma contribuirá a mejorar las condiciones de seguridad en el sector y optimizará los mecanismos de control por parte de la Administración.
Las modificaciones en el ADR tienen como objetivo armonizar las condiciones de la operativa de transporte de mercancías peligrosas a nivel intermodal e internacional.
Las aguas de la UE se encuentran entre las más seguras del mundo, pero el Parlamento cree que aun así hay espacio para mejorar las normas existentes.