El parque marino flotante que proyecta Equinor incluye una potencia instalada de 200 MW, lo que equivale a un tercio del total de la potencia renovable que hay instalada en las islas. Su puesta en marcha podría tener lugar en 2024 y generaría entre 120 y 200 empleos durante los 20 años de vida del parque.
La mayor subestación marina en corriente alterna construida recorrerá 1.333 millas náuticas (2.468 km) en aproximadamente una semana hasta el parque eólico que Iberdrola levanta en aguas británicas. En su construcción han intervenido Navantia y 30 empresas auxiliares de la Bahía de Cádiz y ha permitido la generación de hasta 600 empleos locales en momentos de puntas de trabajo.
La empresa ha conectado con éxito el parque, de 350 MW de potencia, a la red eléctrica nacional y suministrará energía renovable a unos 350.000 hogares alemanes.
El alcance del contrato incluye la construcción de un módulo Top Side, y su estructura soporte (Jacket) en el astillero de Puerto Real y el soporte offshore para la conexión y puesta en marcha en el Mar del Norte.
Con esta adjudicación, Iberdrola podrá aplicar su know-how al desarrollo del sector eólico marino emergente en Estados Unidos, cuya costa este reúne óptimas condiciones de profundidad y recurso eólico.
La firma vasca ha colocado el primer aerogenerador de los 70 que formarán la infraestructura renovable Wikinger en Alemania.
El alcance del contrato, además de los 42 jackets, incluye la construcción de 126 pilotes. Los trabajos se realizarán durante el año 2017 y gran parte del 2018. En su mayoría, se ejecutarán en las instalaciones de NAVANTIA en Fene y los pilotes serán construidos por Windar en sus instalaciones de Avilés.
Esta infraestructura de distribución eléctrica de unas 8.500 toneladas -más pesada que la Torre Eiffel y la Estatua de la Libertad juntas- será el corazón energético del parque eólico marino Wikinger, proyecto renovable de 350 megavatios que desarrolla Iberdrola en aguas alemanas y cuyo presupuesto global asciende a 1.400 millones de euros.