17 buques han optado por desviar sus escalas a puertos competidores como Barcelona, Sines o Gioia Tauro. Las empresas estiman que las pérdidas sufridas hasta el momento se sitúan en alrededor de 2,5 millones de euros diarios.
La presión de la estiba supone ya pérdidas millonarias al conjunto de la comunidad portuaria. La productividad se ha reducido en las terminales en un 60% de su capacidad.