Que nadie se lleve a engaño. En primer lugar la clase empresarial siempre ha estado al lado del presidente, sea el que fuere, como no puede ser de otra manera. En segundo lugar, aunque más importante si cabe, la clase empresarial siempre defenderá sus intereses por encima de todo, como siempre ha sido. En tercer lugar, las empresas, de manera individual, defienden sus intereses en cualquier ámbito, porque su razón de ser es la generación de riqueza y para ello han de demostrar su capacidad de diferenciarse de sus competidores.
Dicho esto, los empresarios del puerto de Las Palmas se han visto sorprendidos por dos motivos, el primero, que el lider del Partido Popular en Canarias, Asier Antona, haya empezado a asumir compromisos con algunos empresarios y no con otros, o con algunas patronales y no con otras, olvidando la principales reglas del juego que pasan por sentarse, si es que había que sentarse ya, con los más representativos, y ha empezado en orden inverso. El segundo motivo que genera cierta sorpresa es que esto lo haga sin el que será el próximo presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, en un gesto, cuando menos, inapropiado, y quizá, rozando la deslealtad. Quizá es un gesto claro de quién es el que manda en la plaza, de cara a los empresarios, y también de cara a sus cuarteles. Me consta que en el propio Partido Popular grancanario no se ha entendido muy bien esta primera toma de contacto pública con el sector empresarial.
Cabría preguntarse si una vez instalado en el despacho presidencial de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Juan José Cardona tendrá ganas y motivos para sentarse con aquellos que ya se han sentado con el presidente de los populares y han acordado cuáles serán sus líneas de actuación, sus reclamaciones y solicitudes de cara al futuro.
Que nadie se lleve a engaño. En primer lugar la clase empresarial siempre ha estado al lado del presidente, sea el que fuere, como no puede ser de otra manera. En segundo lugar, aunque más importante si cabe, la clase empresarial siempre defenderá sus intereses por encima de todo, como siempre ha sido. En tercer lugar, las empresas, de manera individual, defienden sus intereses en cualquier ámbito, porque su razón de ser es la generación de riqueza y para ello han de demostrar su capacidad de diferenciarse de sus competidores.
Dicho esto, los empresarios del puerto de Las Palmas se han visto sorprendidos por dos motivos, el primero, que el lider del Partido Popular en Canarias, Asier Antona, haya empezado a asumir compromisos con algunos empresarios y no con otros, o con algunas patronales y no con otras, olvidando la principales reglas del juego que pasan por sentarse, si es que había que sentarse ya, con los más representativos, y ha empezado en orden inverso. El segundo motivo que genera cierta sorpresa es que esto lo haga sin el que será el próximo presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, en un gesto, cuando menos, inapropiado, y quizá, rozando la deslealtad. Quizá es un gesto claro de quién es el que manda en la plaza, de cara a los empresarios, y también de cara a sus cuarteles. Me consta que en el propio Partido Popular grancanario no se ha entendido muy bien esta primera toma de contacto pública con el sector empresarial.
Cabría preguntarse si una vez instalado en el despacho presidencial de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Juan José Cardona tendrá ganas y motivos para sentarse con aquellos que ya se han sentado con el presidente de los populares y han acordado cuáles serán sus líneas de actuación, sus reclamaciones y solicitudes de cara al futuro.
by Eduardo Martín Garrido
Experto en supply chain
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